La violencia conlleva destrucción y multiplica los sufrimientos de las comunidades. Esperanza, seguridad y estabilidad llegan sólo con elecciones de paz.
El 13 de febrero se dio a conocer la noticia de la tortura y ejecución de tres niños en Guerrero a manos de grupos criminales.
César tenía 15 años, fue encontrado bocabajo con impactos de arma de fuego en la espalda y las manos cercenadas, esto en el municipio de Iguala.
En otro caso, Porfirio de 12 años y Mateo de 14, eran estudiantes de primaria y secundaria, ellos también fueron torturados y asesinados, encontraron sus cuerpos en Chilapa de Álvarez con impactos de bala en la cabeza.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México, en 2024, en el país fueron asesinados 2 mil 243 menores entre 0 y 17 años.
Guerrero está entre los estados con mayor cantidad de homicidios contra niños y adolescentes. Encabezan la lista Guanajuato, Michoacán y el Estado de México.
El reclutamiento forzado de niños por células delictivas, es un crimen que propicia el incremento de la violencia y el trágico efecto en el que las víctimas se convierten en victimarios.
Las y los niños de México necesitan protección urgente ante la ola de terror y violencia que enfrentan los municipios del país.