La labor de un trabajador social en casos individuales es fundamental para brindar apoyo y representación a las víctimas en su búsqueda de justicia. El trabajador social actúa como coadyuvante del defensor de la víctima, asegurándose de que se les brinde el apoyo necesario durante todo el proceso.

El trabajador social se dedica en primer lugar a escuchar y comprender las experiencias de las víctimas. Les brinda un espacio seguro donde puedan expresar sus sentimientos, miedos y preocupaciones, ayudándolos a procesar sus emociones y a tomar decisiones informadas.

Además, colabora estrechamente con las autoridades y otros profesionales involucrados en el caso para asegurarse de que se respeten los derechos de la víctima y se tomen medidas para su protección.

Como defensores, los trabajadores sociales abogan por los derechos de las víctimas y les proporcionan información sobre los recursos disponibles, como servicios legales gratuitos, programas de apoyo emocional y asistencia financiera.

También ofrecen orientación y asesoramiento a las víctimas sobre los procedimientos legales y el sistema de justicia, explicando sus derechos y opciones, y ayudándoles a tomar decisiones informadas.

En resumen, los trabajadores sociales actúan como coadyuvantes en casos individuales, apoyando y defendiendo a las víctimas en su búsqueda de justicia. Trabajan en equipo con las víctimas, otros profesionales y las autoridades para garantizar que se les brinde el apoyo necesario y se tomen las medidas adecuadas para proteger sus derechos.