Para alcanzar paz y justicia se requiere una nueva mirada que permita construir los acuerdos que hoy México necesita.
Explosivos sembrados por los grupos criminales están apagando vidas en las comunidades de Michoacán, campesinos y jornaleros han muerto víctimas de esta estrategia de terror.
Pablo R., niño jornalero de 15 años, falleció este fin de semana mientras realizaba sus labores en una parcela de limón en la población de Santa Ana Amatlán.
Lamentamos profundamente las circunstancias violentas que llevaron a su muerte.